A mis amigos y lectores de OBSERVATORIO

Creo les debo una explicación del por qué mi demora en volver a aparecer con mis inquietudes de escribidor. Va para un mes sin una nueva entrada aunque para sorpresa mía he recibido comentarios de artículos que escribí hace más de seis meses y a los que hoy he dado respuesta.

Una de esas enfermedades silenciosas que jamás imaginé tener y que los médicos y especialistas vienen intuyendo desde hace varios meses, al fin se reveló. Alguno de mis genes se cansó de la disciplina biológica y parece mutó para causarme problemas de producción de glóbulos en la médula ósea. Ahora estoy de regreso a mi casa luego del encierro de diez días en una clínica de Neiva. Espero que el tratamiento y nuevos exámenes a los que estaré sometido me mantengan "al pié del teclado".

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