domingo, 1 de abril de 2007

Caligrafía v.s. Personalidad

Quizá usted, querido lector, leyó en un periódico en días pasados un artículo titulado “Escribir bonito o escribir con significado, es el debate entre pedagogos y maestros”. El título me llamó la atención por aquello de lo bonito y por lo de pedagogos y maestros.

Primero que todo me pregunté: Si escribir bonito es escribir con buena caligrafía ya que lo bonito es lo “que supera lo común”, es “lindo, agraciado de cierta proporción y belleza” según el DRAE. Efectivamente, de acuerdo con la definición tener buena caligrafía es escribir bonito, muy distinto de escribir bien aunque se tenga mala letra.

Lo otro que me llamó la atención fue, ¿qué debate puede existir entre una misma persona, un pedagogo y un maestro, que por definiciones y oficio son igual, siendo que el pedagogo es “persona que tiene como profesión educar a los niños” mientras que el maestro entre tantas definiciones se tilda como “maestro de escuela de primera enseñanza”? No puede existir debate entre una misma persona. Como quien dice, el titulador del artículo sólo pudo escribir bonito en la medida de la belleza de la fuente Times New Roman pero su significado es confuso.

Si quiero enredar más la pita voy a asegurar que solamente puede escribir bonito quien lo hace a mano con lápiz, pluma, pincel o bolígrafo mas no nosotros que empleamos el procesador de textos en un computador o quienes aún lo hacen en máquinas análogas de escribir. Por consiguiente aquellos que lo hacen a mano, según los rasgos grafológicos, muestran su personalidad, mientras que quienes tecleamos escondemos la nuestra tras los tipos o fuentes aún llamadas “tipográficas”.

Pero volviendo al caso y a título personal, prefiero una letra clara o sea la que traduce sin dificultad la idea de quien la escribe sin importarme que sea bonita. Yo le dejo la bonitura o preciosura a los calígrafos que en “letra de estilo” perpetúan con frases de cajón ejemplos a las futuras generaciones; también le otorgo la bonitura a quienes adornan primorosamente sus trazos haciendo en algunos casos confusa la lectura. Entonces para concluir rápido, una letra clara no es necesariamente bonita.

La escritura refleja la personalidad afirman los entendidos. Como quien dice: escritura clara y legible refleja en principio una personalidad metódica, pulcra y organizada; una escritura enredada estaría mostrando, también en principio para no discutir con grafólogos, una manera de ser contraria al ideal paterno. De aquí que la personalidad según la escritura, si es que esa idea se continúa perpetuando como cierta, acusa una permanente evolución desde nuestras iniciales letras en la primaria hasta el último año de bachillerato o de universidad.

Yo realmente nada me acuerdo de mi primaria, aunque del bachillerato algo, algo cuando se contaba de primero a sexto año. Desde donde arrancan mis recuerdos me veo en mi pupitre frente a un frasco de tinta marca Parker con un portapluma y pluma con el que “pasaba” al cuaderno con buena letra y sin manchones. No podía faltar el borrador de tinta, un trapito para limpiar dedos y la pluma, y el secante con todo y propaganda en el anverso. ¡Ah!, y también el cuaderno con renglones de a cuatro líneas para escritura junto con el Método de Caligrafía Comercial Palmer.

Y qué decir del dedo del corazón con el consabido callo untado de tinta en la primera falanje. ¡Toda una parafernalia de tiempos aquellos para escribir bonito! Claro que se desarrollaba desde ahí nuestra personalidad, mejor dicho la personalidad del creador míster N. Palmer: perfil y palote con altura definida para las mayúsculas y letras largas como las eles y las tés, y una más corta para las minúsculas no largas. Así empezamos todos los bachilleres de mi generación.

¡Y apareció la pluma fuente o pluma estilográfica! ¡Qué problema!

Defensores y detractores como en todo advenimiento. ¿Tendrá que acabar el sistema con las clases de caligrafía por que la pluma no tiene la elasticidad que requiere el “palote”? ¡Imposible! Somos la Atenas suramericana en donde el buen hablar debe correr parejo con el buen y bonito escribir. Entonces, solución salomónica: la pluma, portapluma y tintero para la asignatura de caligrafía, mientras que la plumafuente a discreción del profesor para el resto. Fue cuando tuve mi primer Esterbrook con bombita de caucho para guardar la tinta chupada y tapita de rosca con gancho para colgar en el bolsillo. Se diferenció, entonces, la evolución de la personalidad según la escritura: La del portapluma, una; la de la pluma fuente, otra porque con el estilógrafo escribíamos más rápido y en cualquier parte.

Como en un nuevo génesis apareció el bolígrafo o esferógrafo 69 años después del invento de la pluma metálica y 14 años del primer uso del estilógrafo según mis cuentas. Surgió una nueva personalidad, ni mas ni menos, pues desaparecieron el perfil y el palote de lo que quedaba de la pluma fuente o estilográfica gracias al húngaro que lo inventó y patentó en Argentina desde donde se difundió hasta el día de hoy. Entonces vuelve y juega la pregunta de hace 14 años: Profe, ¿Con tinta o con bolígrafo? Ya ustedes mis queridos lectores conocen la respuesta. Y si con la estilográfica la escritura se hizo más rápida, ya no tenemos qué imaginarnos que sucedió y ocurre con el bolígrafo.

Súmenle a lo anterior, pacientes lectores, la rapidez con que debíamos tomar los dictados o hacer apuntes en los últimos años de bachillerato y en universidad inventando personales signos taquigráficos: ¡Una nueva personalidad! No importaban Pálmer , cursiva o script, despegada o de molde, corrida o como se le llamara. Simplemente era necesario apuntar a como fuera las ideas del profesor.

Quizá hora muchos de ustedes se pregunten ¿Cuántas personalidades reflejó mi escritura desde las planas de Pálmer hasta el sexto año o la universidad? Quizá un grafólogo encuentre reconditeces en sus análisis. Pero eso si, a las novias se les escribía a mano, claro y muy bonito o a los padres cuando se estaba lejos, quizá con una personalidad que ya no era la nuestra.

Pero, ¿del contenido, qué? Será motivo de otro escrito en uno de estos voluntarios insomnios.

6 comentarios:

Carlos Julio dijo...

Tanto en Colombia, como en Ecuador, de niños dibujábamos las letras de acuerdo al estilo Palmer. La caligrafía era para unos un placer y para otros un tormento.

Escribir pequeñas estrofas en nuestros cuadernitos, era el escenario ideal para practicar una buena caligrafía.

Pero en el colegio y en la universidad, aprendemos que hay que ser prácticos en la vida. De allí que coger dictados con buena caligrafía era todo un desafío. De ahí que se inventaron soluciones prácticas por medio de la taquigrafía. Se trocó la belleza del trazo a lo práctico (siempre frío).

De la máquina de escribir al procesador de textos, sobrevivimos a lo automatizado de la vida. Es una parte de la supervivencia humana.

Pero es solo un triste ejemplo de lo vacío en que se ha tornado un ser humano.

Los resultados de la revolución industrial deben limitarse a la belleza de las cosas naturales. Es un proceso de "metamorfosis" de cambios tecnológicos que a la siguiente generación, va a parecer locura realizar cosas "manuales" que tienen tanta belleza.

Como algo personal, prefería siempre el papel, lápiz y borrador e irme a algún parque o a orillas del río, que un teclado, mouse y monitor de la fría tecnología, al hacer mis ensayos de poemas.

Este contraste es tan real pero tan ignorado, que dejamos de admirar la belleza que nos ha dado Dios a lo práctico de los automatismos de la altivez e ingenio humanos.

Yo soy un joven de 28 años y nunca usé el tintero y las plumas. Solamente contemplaba la destreza del uso de la "plumas fuente" de algún profesor.

Soy desarrollador de sistemas para computadora e investigador de nuevas tecnologías de información, pero prefiero el sencillo lápiz que un ergonómico teclado. Mi caligrafía no es buena, pero a veces me esfuerzo un poco.

Saludos cordiales desde Ecuador.

Don Jorge dijo...

Carlos Julio: Realmente lo moderno nos atropella. Querámoslo o no somos parte de ese accionar que siendo tan avasallador no nos permite retroceder nuestro regocijo a esos cosas viejas buenas.Mi espiritualidad no es arrobadora como la tuya (Lástima por mí),pero si hemos de creer que todo en estos mundos es manufactura divina debemos acostumbrarnos que es tan preciosa una flor como bella es la tecnología que desarrollas desde que se encamine a metas honestas.

Anónimo dijo...

¡Hola a todos!.

¿De dónde en Internet, me puedo bajar GRATIS a mi computadora, fuentes para PC que sean identicas al tipo de Letra Palmer de Caligrafía Comercial?.

Enviar la información al siguiente buzón de correo: m3c4n0@cantv.net

¡¡Muchas gracias de antemano!!.

Saludos,

AJGH.
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Anónimo dijo...

Alex: Gracias por estar mi artículo que escribí en abril sobre escritura y personalidad. Realmente no se en dónde de Internet podrías bajar fuentes de Palmer. Yo tengo varias fuentes de estilo Pálmer (Perfil y palote) pero en la base de Corel Draw. Traté de copiar uno de esos archivos para enviártelos por correo mas no pude. Quizá alguien que tenga Corel o Adobe PhotoShop pueda hacerlo. Gracias una vez mas por pasar pore mi blog.

Angela franco dijo...

hola
vivo en Bogotá, y quisiera saber si tienes noticia de algún curso de caligrafía acá. Te agradecería muchísimo el dato si sabes de algo.

Don Jorge dijo...

Ángela María: Gracias por por pasar por mi blog. Como sabrás no vivo en Bogotá sino en una ciudad del Huila y quizá por ello no tengo el dato que me pides. Entré a Internet para tratar de ayudarte y me encuentro con diferentes tipos de caligrafía -árabe, china, etc. http://www.inkscape.org/doc/calligraphy/tutorial-calligraphy.es.html en la anterior dirección se sugiere un programa de computador que entiendo es para hacer trazos digitales.
Otra dirección interesante es la de Natalia Montoya: http://www.montoyalalinde.com/net/index.php?option=com_content&task=section&id=5&Itemid=42&lang=
Si entras por Google, Colombia, encontrarás opciones que pueden ayudar a resolver tu inquietud.