El Guevara que no conocía
Al fin me decidí a escribirlo. La insistente imagen del Ché me daba vueltas en la cabeza desde hace unos meses. Se me hizo raro el por qué, siendo que he visto hasta la saciedad la cara del argentino en cuanto lugar santo y no tanto me recuerdo: Desde sanitarios y orinales hasta las fachadas de universidades revolucionarias que se respeten; desde el pecho de cantantes y jugadores de fútbol, hasta el hombro derecho de Maradona; en la camiseta roja de una enviada por Chávez al show de la primera entrega de secuestrados por las FARC hasta el más impersonal de los carteles decorativos en un sin fin de cuartos de adolescentes, en autos, buses, busetas, carretas.... No recuerdo habérselo visto en los pechos de la senadora Piedad, aunque raro no sería.
Mas a la hora de la verdad no es imposible, siendo que a estas alturas de mi vida cuando lo que se debía ya se pagó (En lo económico siempre habrá acreedores) y lo que hay que decir se dice, me propuse averiguar cuál es la histórica alharaca del mito, la leyenda o el cliché del Ché. Haciendo el esfuerzo por ser objetivo conmigo mismo aunque redunde, despojándome de tendencias para llegar al verdadero Guevara héroe, mártir o líder, me dediqué a investigar para luego de horas y horas de clics leyendo en cuanta ocurrencia Google me ofreciera, el siguiente fue el resultado.
Quizá el primer hecho que le da conocimiento mundial, hace poco enfatizado por un par de documentales en Discovery y en History, fue su aventurera travesía en Harley desde la Patagonia hasta Venezuela. Aventurera, digo, porque dejó sus estudios de medicina con desempeño bastante regular para pasear por el continente del brazo motorizado de su amigo Alberto Granado, aventura que, según sus historiadores y biógrafos, le abrió los ojos sobre la realidad latinoamericana y despertó su conciencia libertaria. "Aquí va el soldado de la libertad" se dijo que dijo el fracasado joven universitario al despedirse de familiares en Buenos Aires.
Continuó su aventura al regresar a Argentina en donde optó la certificación de enfermero y luego el título de médico mas no de doctor en medicina (Periodistas e investigadores han llegado hasta los documentos, boletines de calificaciones y originales de certificaciones de la universidad para descubrir hechos que arrojan dudas sobre la aprobación de ciertas materias).1 De aquí saltó a su primera experiencia de libertador en Bolivia en donde fracasó y fue expulsado luego de su intento de organizar las milicias campesinas y ser el responsable de una decena de campesinos muertos.
La segunda aventura lo sitúa en el gobierno comunista de Jacobo Arbens en Guatemala. Como activista urbano participó en la muerte de guerrilleros guatemaltecos opuestos al régimen, fracasando nuevamente al ser aplastado el gobierno comunista.
Aparece en México en donde, ganándose la vida como fotógrafo o en 1954 como ayudante del cardiólogo mexicano Mario Salazar Mallen,2 conoció a Fidel Castro refugiado luego de pagar prisión en Cuba por el fallido asalto al Cuartel Moncada. Aceptó la invitación de Fidel para unirse, más en calidad de médico que de combatiente,3 a la fuerza insurgente que desembarcaría en la isla del yate Granma a la Sierra Maestra. Es aquí en donde comienza su tercera gran aventura que le dará satisfacciones llegando al grado de Comandante casi por acaso según las crónicas. Según biógrafos y críticos “Militarmente, no dio muestras de brillantez ni de gran imaginación. No obstante, su disciplina, tenacidad y valentía en el campo de batalla lo hacían un formidable oponente.” Sin embargo sus historiadores esconden el relato de sus fracasos como dirigente económico y político ignorando sin disimulo los torrentes de sangre que con cabeza fría ordenó correr antes y después de ser comandante de la fortaleza La Cabaña epicentro del famoso "Paredón" de fusilamiento .
Esta su tercera aventura estaba próxima a terminar: Fidel no podía admitir rivalidades en su liderazgo especialmente cuando el Ché le estaba causando problemas no solamente al interior de la revolución4 si no con su padrino la Unión Soviética. Calladamente no perdonaba, aunque admitía, sus fracasos como director del Banco Nacional de Cuba (¡Acuñó billetes firmados con el sobrenombre de “Ché”!) y del Instituto Nacional de la Reforma Agraria del Ministerio de Industria (Desplome casi total de la producción azucarera y fracaso en la pretendida industrialización de la isla). Fidel no podía deshacerse de él como lo hizo con su gran amigo de lucha guerrillera Huber Mattos a quien mandó 20 años a la cárcel como respuesta a su renuncia por no compartir el giro comunista que se le dió a la revolución cubana.
Ernesto "Ché" Guevara necesitaba ser sacado por la puerta grande, con honor político revolucionario, y así lo hizo Fidel quien además conocía de sus modales patanes, sanguinarios y reprochables en su aseo personal,5 aparte de la animadversión de los rusos a quienes atacó de "capitalistas" en conferencia internacional en Argelia en 1965.6 Rusia era el único apoyo militar y económico de Cuba y Fidel tenía que cuidarlo. Se dió prácticamente una separación de poderes Castro-Guevara y seguramente el Ché se percató de ello. Su salida se la sirvió en bandeja de plata al verdadero líder de la revolución cubana en donde el Ché fue una pieza más del ajedrez que por más de 40 años manejó y maneja aún desde su lecho de agonía física y política: Fidel Castro.
Sus aventuras revolucionarias en Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Haití fueron rotundos fracasos. Ya Fidel Castro escasa atención le prestaba. Su salto al Congo, aún con el apoyo de Fidel, fue el fracaso que lo llevó a su epopeya ficticia de mártir: Bolivia. Segunda incursión a ese país suramericano y última aventura en donde con un puñado de cubano pretendió con su "Manual de la Guerrilla", que militares y expertos consideraron “muy primitivo” y “obsoleto”, liberar a quienes menos deseos tenían de ser liberados. El partido comunista soviético de Bolivia no estaba interesado en embarcar a los campesinos en una segunda revuelta desde 1952. Fidel Castro lo abandonó totalmente. Traicionado, emboscado y capturado pidió al soldado que no lo matara: “Valgo más vivo que muerto”. Fue el final de su fracasada vida de aventurero que culminó con su ejecución en una escuelita de perdido rincón boliviano.
Hasta aquí no existe mérito alguno para elevarlo al pedestal que sirva de ejemplo "a las futuras generaciones". Ni un sólo logro, ni un sólo triunfo en lo que respecta a sus intenciones libertarias. No conozco la primera estatua elevada al fracaso. No puede ser ese el hombre cuyo rostro deba ser lucido y destacado con orgullo en tatuajes, camisetas, carteles y cuanta bisutería sea motivo de comercio en el entorno capitalista que el Ché Guevara creyó combatir.
Última fotografía antes de ser ejecutado
Si a estos fracasos libertarios le sumamos la sangre con que tapizó su camino y que relataré, si me animo, en próxima entrada, menos aún la figura de Ernesto "Che" Guevara es digna de ser portada y destacada a no ser como icono publicitario y decorativo como lo fueran las piernas de Marilyn Monroe en la famosa fotografía del ventilador.
Termino con estas palabras de Carlos Alberto Montaner: “El "caso'' del Che debe servir, precisamente, para aprender la más importante lección moral que jamás deben olvidar los adultos: los juicios éticos sobre la actuación de las figuras públicas nunca deben formularse sobre las intenciones que abrigaron, sino sobre los medios empleados y sobre los fines obtenidos. Lograr un mundo más justo --como el que presumiblemente quería el Che-- podía ser una aspiración legítima, pero si fundamentó su esfuerzo en el error intelectual --el marxismo--, si recurrió a la violencia y al crimen para conseguirlo, y si en el camino contribuyó al establecimiento de una atroz y empobrecedora dictadura, ninguna persona honesta puede exonerarlo de sus gravísimas responsabilidades. No fue, simplemente, un profeta fracasado. Fue un hombre profundamente equivocado que hizo muchísimo daño por defender sus ideas atrabiliarias.”
……
Notas.-
1. Myriam Matta, periodista e investigadora, recomienda el libro de Enrique Ross sobre la fraudulenta otorgación del título de médico al Ché. También hay un artículo de José Luis Fernández titulado “Ché Guevara, ¿médico o impostor?”.
2. Marcelo Fernández-Zayas, quien conoció al Ché y a muchos de sus compañeros de lucha, así lo menciona en su artículo "Ché Guevara ¿de quién fue la víctima?"
3. Se atestigua que recién iniciadas las escaramusas en la isla, Guevara abandonó el morral de primeros auxilios en una de sus retiradas, perseguido por las tropas de Batista. Aunque conservó su fusil con el convencimiento que con él evitaría futuros heridos, fue duramente recriminado por el comandante Fidel Castro puesto que su misión era la de médico (¿o enfermero?) mas no la de combatiente.
4. “Fidel, quería conocer por boca de Lázaro Asencio las fricciones entre el Che Guevara y otros dirigentes rebeldes de la zona. Este dio su explicación de lo sucedido y de un incidente surgido entre el comandante Jesús Carreras y el Che. (…) Fidel le preguntó acerca del comandante rebelde, estadounidense, William Morgan de quien había recibido informes negativos. (…) Finalmente, Fidel comenta, "estos extranjeros buscan muchos problemas. Mandaré al Che a la República Dominicana a ver si allá lo matan. Pienso también enviar a Raúl como embajador en Checoeslovaquia, allí estará a gusto". ¿Era sincero Fidel? Imposible de saber, pero Asencio y otra persona que estaban en la conversación fueron testigos de lo dicho por Castro aquel día.” Relatado por Marcelo Fernández-Zayas.
5. Siendo Presidente del Banco Nacional, el Che se mostró altanero, arrogante y despectivo. Recibía a visitantes y funcionarios, vestido en sucios uniformes de combate y ponía las botas sobre el escritorio, mientras hablaba con ellos.
6. El mismo Marcelo Fernández relata que “…el Coronel Boris Davidov, miembro de la KGB, acreditado en la embajada soviética en Washington, en 1970, dijo críticamente, ante varias personas, una de ellas Ernesto Betancourt, que el Che padeció de "infantilismo izquierdista" definición despectiva, equivalente a aventurero o desconocedor del marxismo.”
7 comentarios:
Jorge, le eché un vistazo al artículo del Che... hasta hace un par de meses yo tampoco tenía mayor conocimiento de este mito distinto al de su imagen publicitaria. Hasta hace un par de meses que asistí a una conferencia con uno de los mejores periodistas del mundo, Jon Lee Anderson, quien hace dos años recibió el premio de Reporteros del Mundo.
Anderson escribió la mejor biografía que se conozca sobre el Che, "Che Guevara, una vida revolucionaria": desapasionada, desinteresada y equilibrada, con la documentación más amplia, el acceso a fuentes inaccesibles y con un lenguaje que dice a las claras la autoridad de quien escribe.
Y lo mejor: lo cuenta todo, lo bueno - lo malo, lo feo y lo criminal del argentino, desde su infancia pasando por sus aventuras, la casualidad de encontrarse con Fidel y Raúl Castro en México, los fusilamientos, su personalidad "complicada", la austeridad irritante que propugnaba para sí, para su familia y quienes le acompañaban; diferencias con Fidel en cuanto a Moscú y Pekín hasta sus estruendosos fracasos en Africa y Bolivia.
Muchas de las cosas allí escritas no son propiamente del agrado del régimen cubano ni de la familia del Che, pese a que ambos le abrieron archivos ocultos e historias cerradas a Anderson.
Por supuesto que su mito (que lo es, le caiga mal o bien a uno) se acrecienta con un golpe publicitario, no del Che sino del fotógrafo Alberto Diaz "Korda" (el 5 de marzo de 1960 en La Habana) y de quienes han usufructuado esa imagen después de su muerte. Recuérdese que la foto titulada "Guerrillero heroico" salió a la luz después del asesinato del Che. Sí, asesinato, porque no cayó en combate, como no cayó en combate "Iván Ríos", lo que por supuesto no es el final "glorioso" que espera quien ha tomado las armas, y menos que a uno le corten las manos, como al Che, o una mano como a "Ríos". Y cayó asesinado como lo fueron muchos de sus más de 500 fusilados en la Sierra Maestra y en La Habana.
Les recomiendo el texto (bastante gordito, más de 700 páginas), y luego lo discutimos al calor de un tinto en el Calamó este fin de semana.
Abrazos
Melquisedec
Melqui: Gracias por su comentario. Realmente el golpe publicitario, cuyo eco aún resonará, es del editor italiano Giangiacomo Feltrinelli. Fué él quien en 1967, siete años después de haber sido asesinado, muerto o ajusticiado el Ché Guevara, imprimió y vendió casi un millón o más de carteles con la figura de quien rotuló como "El Guerrillero Heróico" iniciando así el mito publicitario quizá más famoso del mundo. De los negativos obsequiados por el fotógrafo cubano Korda, con buen ojo de editor Giangiacomo escogió el que imprimió sin que le reportara un solo peso al fotógrafo. Sin embargo Korda se hace famoso y antes de su muerte en el 2001 recorrió el mundo con exposiciones de fotografías del Ché y de la revolución cubana.
Muchas gracias don Jorge...
primero para felicitarlo por este blog que en un año ha despertado gran interes y es el sitio obligado cada ves que se entra a internet..
permitame anunciar su blog en el de timanences.blogspot. estamos seguros que exploramos en una nueva forma de decir, hacer y sentir lo que queremos, eso si con mucha responsabilidad...
FELICIDADES Y ADELANTE..
HUGO FERNANDO JOVEN R
Muy buena recopilación, y la mayoria de datos ya los habia leido en algunos libros publicados en la década pasada. sin embargo, hay que resaltar que el tipo tenia su toque de actor de cine, además de ser un encanta serpientes y buen orador, o mejor convencedor, el tipo este hablaba y lograba que la gente saliera a poner el pecho para morir, Obviamente, él, no lo ponía. y finalmente, hay que darle el merito a Castro por volverlo Martir - Heroe. porque de seguro que si no se encuentran en mexico, al che no lo conocería nadie.
A Hugo Fernando: Gracias por tus palabras. Ayudan a seguir adelante cabalgando en Rocinante. Bien puedes honrarme en tus vínculos.
A Héctor Mesa: Efectivamente, el hombre tenía carisma. Cuando Guevara renunció a su ciudadanía cubana en "carta" (Aún se duda de su autenticidad se hemos de darle credibilidad a las confesiones de su viuda moribunda) de despedida que el mismo Fidel leyó ante una multitud en la Habana, le construyó el pedestal al mito. La inteligencia política de Castro no podía hacer algo diferente.
Jorge:
Mi gratitud por unirse desde hace mucho tiempo a la campaña por la liberación de todos los secuestrados.
Esta es una excelente recopilación de un personaje siniestro en la historia lationamericana que intentó llevar el totalitarismo a todos los rincones del continente. A mi juicio, usted lo pone en su contexto real y reduce el mito a su verdadera dimensión.
UN abrazo
DON JORGE:
Me uno integramente a los conceptos y elogios de Atrabilioso melqui,Hugo Fernando, Hector Mesa , exelente trabajo de recopilacion y muy buen juicio.
Lo felicito por este exelente articulo, seria maravilloso verlo publicado en algun periodico.
Simpliciano
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