domingo, 25 de febrero de 2007

Palabras... ¿Sólo palabras? (I)

Por Jorge Chaparro Salgado

En alguna parte escuché que, entre varios idiomas a los que se les asignaban cualidades por su estructura y entonación, el italiano es ideal para hablarle a la novia por aquel dejo de cierta dulzura en su entonación y ese quererse acercar con los labios y gesticulación al oyente; en cambio el Español -que no el castellano- es el preciso para hacerse entender hasta por las bestias, por lo exacto de sus términos, lo inequívoco de sus fonemas en donde la "a" es a y no ei y en donde la "n" es ene y no "en", para sólo citar algunos del idioma Inglés.

Eso aprendí por allá en mis años de bachillerato. Años aquellos
en los que me enseñaba la Preceptiva el profesor Antonio José Gutiérrez Ortiz en el colegio Nacional Simón Bolívar de Garzón, ese tratado normativo de retórica y poética que tanto me sirvió en mis ya lejanas carreras de contador, pedagogo y hombre de radio, a mas de mi permanente afición al buen decir. Sin embargo esos tratados normativos e inclinación hacia el correcto uso del idioma es necesario reforzarlos permanentemente con la lectura; lectura en donde no solamente se de la comprensión de lo escrito si no la manera como se escriben las ideas, siendo esto último, el como, el éxito del escribano, escribiente, escribidor o escritor y en términos generales, del hablante o locutor.

No importa que usted no domine o se acerque al "realismo mágico" de Gabo o esté muy lejos de la prosa de Saramago. Lo importante son las palabras con las que precise su intención desde un simple telegrama (¿Todavía existen?) hasta un complicado ensayo científico o literario, pasando por la redacción de una noticia o de un comercial para radio o TV. Como quien dice: ¡Al pan pan y al vino vino!


Hoy se enseña Español en el bachillerato y Lenguaje Profesional en la formación técnica (A no ser que les hayan cambiado los nombres), pero también se aprende y mucho mas mediante el buen escuchar y el buen leer. En múltiples ocasiones al detectar con cierta regularidad incorrecciones en el habla o en la escritura uno se pregunta si "Se enseñó o no se aprendió" A veces mi respuesta es: Deformación de lo aprendido o Moda que a la mayoría no incomoda. Moda al utilizar indiscriminadamente términos o frases fuera de contexto, convertidos en muletillas y lo que es peor desconociendo su verdadero significado.

Lo que mas duele es que existen valiosas herramientas que no utilizamos, ¡mas de las que tuvimos hace 40 o 50 años! Allá era el hermano diccionario de cartón y papel, grande o pequeño, Larousse o DRAE... Hoy los diccionarios y las ayudas están en línea -"On line" como dicen los apóstatas del Español- del Internet para solamente citar el sitio de la Real Academia Española
http://www.rae.es/RAE/Noticias.nsf/Home?ReadForm y allí su DRAE clásico o el Panhispánico de Dudas. Otro sitio es el de la agencia de noticias EFE http://www.efe.com/ y su sección Español Urgente. Agréguele a lo anterior el socorrido diccionario de su procesador de texto, pero mucho ojo al utilizarlo que aunque valioso es incompleto y si su sección de gramática ayuda, se requiere cierta intuición o saber la gramática para escoger entre las opciones de corrección.

En las secciones II y III recordaré algunos términos y frases que ha recogido mi experiencia en el trajinar de las noticias y en otras lides.A manera de posdata: Escribir no es fácil pero divertido. Cada vez que leo y releo encuentro mas de una incorrección. Así que por favor, lector amable, no vacile en señalarme los gazapos en la sección de Comentarios al final de cada escrito.


Créditos: Fotografías: Libro por DHerter / Escritura por Click - Las dos de Pixel Perfect Digital

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