Palabras... ¿Sólo palabras? (III)
Y ya para terminar, como decía Darío Silva Silva en su cuestionado Noticolor de la TV, aquí están algunas de esas perlas.
En noticieros radiales y escritos de prensa, a más de narradores y comentaristas deportivos (!Si que inventan palabrejas estos últimos!) a menudo se lee y escucha el término recepcionar; "En el despacho del SISBEN se está recepcionando la documentación para la actualización de los registros...", o en los comentarios deportivos de un caracolero de bigotico: "Por fortuna el guardapalos fue hábil al recepcionar la pelota, de lo contrario... ". No existe el verbo recepcionar. Por favor, señores ¿Por qué no dicen recibir?.
Hay quienes tienen la tendencia de ser floridos en el lenguaje, imperdonable cuando se trata de comunicar al grueso público, en donde la claridad y sencillez del lenguaje es norma de a puño. ¿Se acuerdan ustedes cuando se difundió con espectacularidad, que luego se desmintió en voz baja, lo del envenenamiento del acueducto de Pitalito? Periodistas de una y otra parte escribieron, y locutores lo dijeron, que el líquido acuífero estaba contaminado. Aunque sonó muy bonito y aparentó erudición, muy mal se empleó el término.
Acuífero es un lema que se refiere a la biología o a la geología. "Dicho de una capa o vena subterránea que contiene agua", luego el agua no es acuífera. Este es un ejemplo de lenguaje florido, incorrecto por donde se le mire. Al pan pan, al vino vino y al agua agua, o ¡que tal decirle a la leche: el líquido perlático de la consorte del toro!
Qué cosas se oyen a veces como en la narración de una competencia de motocicletas en donde "... los velocípedos luego de voltear por el romboi enrutaron hacia la meta." Lo que corrían eran motos no bicicletas que son los únicos velo-cípedos. Si no se quiere consultar al DRAE al menos indaguemos en el Código Nacional de Tránsito Terrestre en donde el velocípedo es una bicicleta mientras el romboi es... ¿ROMBOI?
- ¿Qué es un romboi? -Pregunté medio incrédulo
- Pues esa plaza redonda que hay junto a la galería municipal. Ahí donde está el hotel El Romboi.
- Ahhh, ya entiendo.
Romboi es de esas palabras que salen del vulgo para hacerse entender, vengan de donde vengan, tal como la guaraña a cambio de guadaña. Pero como mi interlocutor era una persona que no tenía por qué saber que romboi es una vulgarización de la expresión inglesa round point para designar lo que para los castizos y el Código Nacional de TránsitoTerrestre de Colombia es una glorieta, lo dejé con su romboi. Pero que lo diga un columnista o redactor de noticias...
En noticieros radiales y escritos de prensa, a más de narradores y comentaristas deportivos (!Si que inventan palabrejas estos últimos!) a menudo se lee y escucha el término recepcionar; "En el despacho del SISBEN se está recepcionando la documentación para la actualización de los registros...", o en los comentarios deportivos de un caracolero de bigotico: "Por fortuna el guardapalos fue hábil al recepcionar la pelota, de lo contrario... ". No existe el verbo recepcionar. Por favor, señores ¿Por qué no dicen recibir?.
Hay quienes tienen la tendencia de ser floridos en el lenguaje, imperdonable cuando se trata de comunicar al grueso público, en donde la claridad y sencillez del lenguaje es norma de a puño. ¿Se acuerdan ustedes cuando se difundió con espectacularidad, que luego se desmintió en voz baja, lo del envenenamiento del acueducto de Pitalito? Periodistas de una y otra parte escribieron, y locutores lo dijeron, que el líquido acuífero estaba contaminado. Aunque sonó muy bonito y aparentó erudición, muy mal se empleó el término.
Acuífero es un lema que se refiere a la biología o a la geología. "Dicho de una capa o vena subterránea que contiene agua", luego el agua no es acuífera. Este es un ejemplo de lenguaje florido, incorrecto por donde se le mire. Al pan pan, al vino vino y al agua agua, o ¡que tal decirle a la leche: el líquido perlático de la consorte del toro!
Qué cosas se oyen a veces como en la narración de una competencia de motocicletas en donde "... los velocípedos luego de voltear por el romboi enrutaron hacia la meta." Lo que corrían eran motos no bicicletas que son los únicos velo-cípedos. Si no se quiere consultar al DRAE al menos indaguemos en el Código Nacional de Tránsito Terrestre en donde el velocípedo es una bicicleta mientras el romboi es... ¿ROMBOI?
- ¿Qué es un romboi? -Pregunté medio incrédulo
- Pues esa plaza redonda que hay junto a la galería municipal. Ahí donde está el hotel El Romboi.
- Ahhh, ya entiendo.
Romboi es de esas palabras que salen del vulgo para hacerse entender, vengan de donde vengan, tal como la guaraña a cambio de guadaña. Pero como mi interlocutor era una persona que no tenía por qué saber que romboi es una vulgarización de la expresión inglesa round point para designar lo que para los castizos y el Código Nacional de TránsitoTerrestre de Colombia es una glorieta, lo dejé con su romboi. Pero que lo diga un columnista o redactor de noticias...
El siguiente caso se repite todos los dias en diferentes escenarios:
- Don Jorge, ¿me puede hacer un favorcito? -Me preguntó la vecina toda afanada.
- Si puedo, con gusto. ¿Qué es? -Le pregunté adivinando el favorcito de todas las mañanas.
- Regáleme su teléfono para llamar urgente a mi mamá
- ¿Que quéee? Eso no se va a poder, vecina -Esa mañana amanecí con ganas de mamar gallo -Se lo presto con gusto, pero no se lo puedo regalar
- Ay, vecino, usted si que es, ¿no? ¡Preste para acá! -Entre furiosa y cariñosa empezó a digitar.
Y así como mi hipotética vecina, en el banco le piden que les regale su firma, la telefonista le pide que le regale su número telefónico, en la empresa le piden en regalo su número de cédula... No se de dónde salió esa pedidera. Me resisto a creer que haya salido de esas fórmulas que a veces se inventan los o las que enseñan recepción telefónica porque a quienes mas les escucho ese verbo es a mis queridas féminas. Leamos qué dicen dos de las acepciones de regalar: "Dar a alguien, sin recibir nada a cambio, algo en muestra de afecto o consideración o por otro motivo. 2. Halagar, acariciar o hacer expresiones de afecto y benevolencia." (DRAE)
¡Pídeme que te regale mi corazón, pero no que te regale el número de mi cuenta de ahorros!.
Como ésto se está alargando dejaré para otra oportunidad lo de los anglicismos como el de Pitalito Fashion, ¡Válgame Dios!, y el terrible mal uso del verbo descrestar mas otros que ustedes con su benvolencia me indiquen.
Fotografías: Recepción hotel de Computerinfocom; Anillo vial por Yaseff.com de Flickr
- Don Jorge, ¿me puede hacer un favorcito? -Me preguntó la vecina toda afanada.
- Si puedo, con gusto. ¿Qué es? -Le pregunté adivinando el favorcito de todas las mañanas.
- Regáleme su teléfono para llamar urgente a mi mamá
- ¿Que quéee? Eso no se va a poder, vecina -Esa mañana amanecí con ganas de mamar gallo -Se lo presto con gusto, pero no se lo puedo regalar
- Ay, vecino, usted si que es, ¿no? ¡Preste para acá! -Entre furiosa y cariñosa empezó a digitar.
Y así como mi hipotética vecina, en el banco le piden que les regale su firma, la telefonista le pide que le regale su número telefónico, en la empresa le piden en regalo su número de cédula... No se de dónde salió esa pedidera. Me resisto a creer que haya salido de esas fórmulas que a veces se inventan los o las que enseñan recepción telefónica porque a quienes mas les escucho ese verbo es a mis queridas féminas. Leamos qué dicen dos de las acepciones de regalar: "Dar a alguien, sin recibir nada a cambio, algo en muestra de afecto o consideración o por otro motivo. 2. Halagar, acariciar o hacer expresiones de afecto y benevolencia." (DRAE)
¡Pídeme que te regale mi corazón, pero no que te regale el número de mi cuenta de ahorros!.
Como ésto se está alargando dejaré para otra oportunidad lo de los anglicismos como el de Pitalito Fashion, ¡Válgame Dios!, y el terrible mal uso del verbo descrestar mas otros que ustedes con su benvolencia me indiquen.
Fotografías: Recepción hotel de Computerinfocom; Anillo vial por Yaseff.com de Flickr
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