martes, 12 de febrero de 2008

La profesión más linda

Esperé casi un año para que llegara la fecha apropiada de publicar el siguiente sentido homenaje a la "profesión más linda" según el socorrido escritor de marras. Mas es más linda por lo que reconoce Dainny Hernández, amiga incondicional de este blog, cuando desea que algún día la carne de su carne y la sangre de su sangre ejerza el periodismo no como profesión sino por convicción cuando dice que "...porque a mí me gustaría que mi hijo o hija fuera periodista. ¿Hay acaso otra profesión más hermosa?" El siguiente es su escrito:



Por Dainny Hernández
Comunicadora Social... o periodista


Cuando inicié mis estudios de comunicación social se celebraba el 9 de febrero el día del periodista; y hoy unos años después y por decreto gubernamental bajo la presidencia de Álvaro Uribe (Ley 918) se declaró el día 4 de agosto como el “Día del Periodista y Comunicador”, en conmemoración de la primera publicación de la “Declaración de los Derechos del Hombre”, realizada el 4 de agosto de 1794 por Antonio Nariño, Precursor de la Independencia.

Y precisamente por esta celebración Hoy suena mi celular. Es mi madre para saludarme por el día del periodista. Llega un mensaje de texto muy bonito de de un colega, que me saluda por el día del periodista. También recibo un correo electrónico….sin embargo ya estoy cansada de explicarle a tías, vecinos y conocidos qué es un comunicador. Definitivamente, es momento de resignarme a que me saluden en el día del periodista. Después de todo, no hay otro día en el calendario en el que me saluden por mi trabajo. Y siempre es lindo que me llamen para saludar.

Señoras y Señores, mi saludo y homenaje a los periodistas, a quienes (en algunos casos) respeto mucho y los felicito por el esfuerzo que hacen (unos pocos)… para aquellos que aun no le han puesto precio a su noticia Esta ley no sólo permitió el reconocimiento de la profesión, sino que también su enseñanza se diera única y exclusivamente en las Universidades.

Estamos celebrando la Semana del Periodista, y es bueno entonces escuchar a los colegas. Decía uno que no quiere que su hijo sea periodista, porque hay otras profesiones que son más lucrativas y menos sacrificadas. La mayoría opina de la misma manera. Yo no estoy de acuerdo, porque a mí me gustaría que mi hijo o hija fuera periodista.¿Hay acaso otra profesión más hermosa?

Me gustaría que pudiera registrar el diario acontecer, porque los hechos y las ideas fluyen como una corriente tibia y nada hay más agradable que sumergirse en ella y empaparse de conceptos y de representaciones de panoramas y sucesos. Pocos deleites pueden compararse al que produce el escuchar a la gente que sabe y a la gente que siente.

Quiero que sea curioso. Que observe el paso del sol por las esquinas y que sea confidente del viento. Que mire todos los días al mundo como si éste hubiera sido inaugurado el día anterior, descubriendo el juego de las luces y las sombras.

Quiero que sea un ser humano que practique intensamente la más preciosa de las libertades y que lo haga de manera responsable y discreta. Que sea optimista, que lance su corazón hacia la altura y que lo siga.

Quiero que más allá de las noticias, las ilustraciones y los títulos vea siempre el rostro ansioso del hombre de la calle.

Quiero que sea un periodista: un profesional que aprenda a compensar su modestia económica con el hecho de ser millonario en satisfacciones. Que ayude a transformar la parte del mundo donde le toque vivir y a salvar el paisaje y que a la hora de las celebraciones renuncie a toda posibilidad de ser considerado protagonista y se conforme con la maravillosa condición de testigo.

Quiero que ame las palabras, ladrillos con los cuales tendrá que edificar todos los días un trozo de la historia. Que las respete y las cuide, que les restaure su brillo y que las ocupe con prudencia.

Me gustaría que fuera periodista para que aprendiera a caminar con soltura por los senderos y vericuetos por los cuales trajinan la paz y el amor, cuando las calles anchas están ocupadas por el riesgo y la violencia.

Quiero que actúe de buena fe y que parta siempre de un bien entendido: todos tienen sentido, razón, entendimiento y juicio. Nadie es propietario exclusivo de la verdad o la belleza.

Esta profesión, a veces halagada o despreciada, reclama sacrificios, tenacidad y amor, sobre todo amor. Hay que enamorarse de ella. Y es curioso, pero ese amor enamorado no le oculta sus defectos y sus peligros.

Quiero, en fin, que sea periodista como lo fueron Mateo, Marcos, Lucas y Juan, esos cuatro reporteros que escribieron el más hermoso de los reportajes, contando la historia de Dios hecho hombre.

Les recuerdo entonces, El 4 de agosto se celebra el día del Periodista y el comunicador, una de las profesiones como dijo Gabriel García Márquez “más lindas del mundo”.

Por Dainny Hernandez Comunicadora social… o periodista, como más les guste.

0 comentarios: