Al oido de la Mujer en su día internacional

Pareciera que no es esta la clase de mujer que quieren ser las mujeres de hoy día

Por Jorge Chaparro Salgado

El pasado jueves 8 de marzo fue otro día Internacional de la Mujer. Recuerda la historia las mujeres calcinadas en la fábrica de Chicago, se recuerda en la historia las luchas por las reivindicaciones políticas, sociales y laborales de las mujeres, se recuerdan tantas y tantas cosas así como se olvidan otras, pero allá en el trasfondo en donde esa historia está casi moribunda.

Se conmemora a nivel gremial con algunas manifestaciones sindicales, pancartas políticas y coyunturales para “no dejar desapercibida” la fecha y quizá aprovecharla de trampolín para otras ambiciones. Con las frases y las consignas de siempre en las empresas y en las oficinas se las regala con rosas, se reparten besos, se estrechan abrazos, se ofrecen comidas y cocteles discurso incluido. Todo un espectáculo en la superficie para ciertos estratos. No lo censuro, mas me pregunto si lo que se conmemora es a la mujer en sí, por lo que ella es o por lo que a otras mujeres les hace falta. No creo equivocarme si aseguro que el festejo como se da es más una obligación social que otra cosa. Lejos de ser una conmemoración como si fuera un cumpleaños, ese día de la mujer debe tener connotaciones de profundidad realmente internacionales como fuerzas de choque frente a religiones, gobiernos y culturas que esclavizan, vejan, menosprecian y rebajan a sus mujeres a niveles vergonzosos.

Más parece que la realidad fuera diferente y que las feministas se negaran a admitirla cuando se dedican a cabalgar en la fementida discriminación machista. En nuestro hemisferio, en nuestra Colombia, las reivindicaciones de la mujer en todos los campos es un hecho, logradas por ustedes mismas sin el patronato de los hombres. La que se quiera superar para llegar a su nivel de mujer o igualarse a los hombres que se han superado, pues que lo haga como muchas lo hacen y lo han alcanzado.

Las puertas de las oportunidades están siempre abiertas en las escuelas y colegios públicos y privados, en los servicios e institutos de capacitación técnica,comercial y de servicios;las universidades no abren convocatoria a inscripciones “Únicamente para hombres”;las fuerzas armadas y militares dejaron de ser para ustedes lugares vetados. Por donde se mire habrá una mujer destacada desempeñándose en cargos de administración, supervisión, control y operación en cualquier ámbito del quehacer.

La muletilla de la discriminación de la “sociedad machista” hacia el género femenino es una simple disculpa frente al equivocado complejo de ser mujer. Sólo en sus manos y en su voluntad está el futuro y el bienestar de su familia. Inclúyase ahí al hombre. Pero que no se olviden, por favor se lo pide el género humano, que no se olviden de que ante todo ustedes son mujeres gestoras de la humanidad y criadoras del futuro. Inclúyase ahí al hombre.

Y que es tan mujer la alta ejecutiva en un cargo público o privado como lo es alta ejecutiva en el más modesto y humilde hogar como ama de casa, esposa, compañera y madre de familia.

Fotografías: Ama de casa por Melissa; Mujer con velo por Netjeret; Preñez por Konowu, todas en Flickr.