TRAZADORES DEL DESTINO
La Mirada. Por Miguel Ruiz. Tomada de quesabesde.com
Eso debe ser así y así lo es desde los tiempos pre-bíblicos, o si no que hubiera sido de Jesús y sus apóstoles sin el pueblo hambriento de mesías y ocupado por los romanos, o de los trabajadores sin Lenín explotados por los zares, o de Fidel sin los oprimidos por Batista o los venecos sin Chávez sojuzgados por…. ¿Por quien? ¡Ahhh, ya. Por el imperialismo capitalista!. Eso sin olvidar a Pinochet-Allende, Stroesner, Lula, Ospina-Rojas Pinilla, Perón y un largo etcétera con sus respectivas masas no solamente en centro y suramérica
Masas sojuzgadas, oprimidas, explotadas con otro largo etc de sinónimos son el caldo de cultivo de “intereses mas altruístas” en donde los aristócratas del conocimiento muy por encima de los oligarcas y burócratas hacen que se escoja de entre la misma masa a sus idiotas útiles para que los dirijan.¡Qué duro se lee esto que escribo! Mas suave se escucha con palabras escogidas, que no hieran al vulgo o comprometan a los dirigentes.
Si uno luego de leer, analizar y pensar más allá de los límites parroquiales de mi municipio, se encuentra con que este fenómeno natural –que por ser natural deja de ser fenómeno- es pandemia universal contra la que no existe ni existirá ningún tipo de vacuna ni en el monte ni en los capitolios. La igualdad de los pueblos y de las clases es una mentira y una utopía por donde se le mire. Siempre habrá diferencias y de ella se nutren los sistemas políticos: comunismo, liberalismo, socialismo, social-democracia, capitalismo, socialismo siglo XXI, polos democráticos, conservatismo y otros nombres inventados al turno de las campañas electorales. Lo saben los políticos, lo saben los religiosos, lo saben los industriales y los comerciantes.
Para no descarriarme de lo escrito en los primeros renglones de estas divagaciones, es necesaria una élite aristocrática gobernante, dueña de capitales y poseedora de la inteligencia. De otra manera no se le puede dar techo, salud, trabajo y comida a la clase media y a los de abajo. Esas élites son clases dominantes antes secretas casi clandestinas con visión que va mas allá de llenar las barrigas: LA OBTENCIÓN DEL PODER. El poder religioso, el poder político, étnico o cultural, el poder económico. O mas corto aún: el poder mundial o Globalización. ¿Me equivoco cuando recuerdo las guerras territoriales de los imperios o de las tribus primitivas? ¿De los Papas y Musulmanes disputándose la Tierra Santa? ¿De la primera y segunda guerras mundiales, unos por la defensa de sus territorios, otros por sus deseos expansionistas geopolíticos en pos de recursos naturales? Todo por la obtención de algún tipo de poder.
Clases dominantes que están más allá de nuestras narices y mueven los hilos de los gobiernos en la sombra como múltiples cardenales Richeliu en los tiempos de Luis XIII si mal no estoy.
Recordemos nada mas en nuestro continente a la organización secreta norteamericana Calavera y Huesos (Skull and Bones) que se nutre de los mejores estudiantes de la Universidad de Yale no solamente por sus capacidades intelectuales si no por ascendencia aristocrática. De alli son los dirigentes de las grandes corporaciones trascontinentales, poderosos capitalistas, presidentes de la nación, influyentes de a puño en la política no sólo norteamericana si no mundial. Nido de los famosos halcones del gobierno del presidente Bush en donde padre e hijo fueron Skulls. Si quiere conocer mas, como que la calavera de Jorge Eliécer Gaitán reposa en la famosa Tumba de Yale (?), ingrese a Mundo Desconocido. Mas poderoso aún es el Consejo de Relaciones Exteriores conocido por sus siglas en inglés como el CFR fundado en 1922 para “familiarizarse con las responsabilidades y obligaciones internacionales de Estados Unidos” pero que en realidad es el que decide aún sobre la Casa Blanca. Sus nexos vienen de Inglaterra donde funciona el Real Instituto de Asuntos Internacionales. Toda una historia recogida en las páginas del libro “Las cloacas del Imperio” o Secrets of leaderships, de Santiago Camacho.
Como no es difícil comprobar, son las élites en mayor o menor grado según el país, las que dirigen y lo continuarán haciendo por mas de que “El pueblo unido, jamás será vencido”. Basta conocer los análisis y recomendaciones en los llamados Documentos Santa Fé I a IV que usted puede leer en múltiples enlaces de Internet para reafirmar la idea de una dirigencia allende de nuestro común imaginario. Las connotaciones son intercontinentales con la creación en 1973 de la Comisión Trilateral, que involucra a América del Norte (EE UU y Canadá), Europa y Japón (Rusia como convidada de piedra) y se definió como “…el mayor conjunto de potencias financieras e intelectuales que el mundo haya conocido nunca".
Vemos entonces como, aunque muchos no lo quieran, siempre existirá una clase dominante que maneja y una clase baja manejable; que las brechas no se cierran y jamás se cerrarán aunque así lo haya querido para Colombia el presidente de entonces Dr. Alfonso López Michelsen (q.e.p.d.), por que ellas son necesarias para los movimientos políticos, religiosos y financieros. Las desigualdades permanecerán para el bien de las democracias y para la supervivencia de los partidos de oposición. Habrá quienes pasan por el ojo de la aguja y camellos que no lo harán, hasta en la Biblia. Habrá quienes titulan para el pueblo y quienes reservan los titulares paras las élites.
Otras élites decisorias: el Club de Roma, al que asistió nuestro ilustre expresidente Carlos LLeras; el famoso, poderoso, ultra privado Club Bilderberg cuya última reunió fue del 31 de mayo al 3 de junio de este año en Estambul, Turquía (Más sobre este club, aquí). Curiosamente se reune casi a las vísperas de la reunión del Grupo de los 8 o G8. ¿Acaso se justifica dejar en el olvido a la mazonería internacional o al elitista Opus Dei? Todo lo dicho del Opus por Dan Brown en "El Código da Vinci" y ampliado por René Chandelle en “Más allá del Código da Vinci”, palidece frente a la protesta por la canonización de José María Escrivá de Balaguer en el documento “La verdad sobre el Opus Dei”.
Todos ellos son nuestros gobernantes, los del piso de arriba, querámoslo o no. No fue George Bush quien de motu propio ordenara la invasión a Irak. Eso ya estaba decidido desde los tiempos de Bill Clinton cuando éste recibió un memorando cuasi secreto, ¿de quién? –imagínenlo- en donde se lee claramente entre líneas la necesidad de entrar a ese territorio. Logré en Internet su copia en inglés sin que sea difícil imaginar que la escalada viene desde Reagan pasando por Bush padre y finalmente ejecutada por Bush hijo. Aquí me acuerdo de una famosa frase del expresidente Nixon en respuesta a la petición que le hiciera un manifestante en el sentido de que retirara las tropas de Vietnam: "Si yo pudiera, lo haría. Pero yo no mando en este país".
Por eso digo que es bueno ojear la prensa especializada para cotejar con las publicaciones independientes y revisionistas de la historia en la red mundial de información. Que cada quien escoja su verdad para saber quien manda a quien sin ignorar sus caminos.
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